El virus SARS-CoV-2, más conocido como COVID-19, es una enfermedad infecciosa que ataca principalmente a los pulmones, siendo más letal para un fumador. La Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó que el tabaquismo deteriora el sistema pulmonar, disminuyendo las defensas contra el coronavirus y otras enfermedades respiratorias.
«El cigarrillo afecta al sistema respiratorio y e inmunológico. Si el fumador tiene las capacidades respiratorias e inmunes disminuidas, se vuelve víctima fácil del coronavirus», declaró Flavia Radovic, presidenta de la Comisión Nacional Permanente de Lucha Antitabáquica (COLAT), en una entrevista para el diario El Comercio.
Radovic agregó que los fumadores con coronavirus que expulsan humo de tabaco, dañan la salud a su entorno familiar y cercano. «El humo de tabaco hace daño y podría exponerse eventualmente a la enfermedad», enfatizó.
Otra forma de contagio de COVID-19 es mediante la manipulación de los cigarrillos. Flavia Radovic señala que «cuando se compra cigarrillos sueltos, al metérselos a la boca, existe la probabilidad de contagio, porque no se sabe si quien manipuló la cajetilla o compró un cigarrillo suelto previamente, puede estar contagiado con el coronavirus».
Radovic explicó también que los índices de estrés y el consumo de tabaco se han disparado en la pandemia. «La gente fuma menos en la calle porque usa mascarilla, y está fumando más en las casas y en los edificios; ello perjudica a los que viven en el entorno del fumador y a los vecinos», aseveró.
“Dejar de fumar y no exponerse al humo de tabaco forma parte de las opciones para evitar contagios de coronavirus y otras enfermedades respiratorias”, señala Radovic. Asimismo, manifestó que “es importante brindar a los fumadores un programa de cesación de tabaco, ya que es muy difícil abandonar el consumo”.